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La hepatitis C y la hemodiálisis

Conozca la relación existente entre la hepatitis C y la hemodiálisis, la modalidad de tratamiento más habitual para la insuficiencia renal terminal (IRT, también denominada falla renal). La forma más habitual de tratar la insuficiencia renal terminal (IRT o falla renal) es la hemodiálisis. Si su centro médico no sigue escrupulosamente los lineamientos de control de infecciones, es posible contagiarse de hepatitis C a través de la hemodiálisis.

Hemodiálisis

La hemodiálisis (a veces denominada diálisis) es un proceso en el que una máquina depura la sangre. La diálisis hace parte del trabajo que hacían los riñones cuando estaban bien. En una sesión de hemodiálisis:

  1. La sangre sale del cuerpo por una manguera y entra a la máquina de diálisis.
  2. Una vez en la máquina, la sangre pasa por un filtro llamado dializador que retira los desechos y el exceso de líquido.
  3. Una vez depurada, la sangre sale de la máquina de diálisis por una manguera y regresa al cuerpo. 

Durante la diálisis es también habitual la administración de medicamentos por vía oral (por la boca) o inyectados en la circulación sanguínea. A veces se hacen pruebas que pueden exigir la extracción de sangre.

 

La hepatitis C en los centros de diálisis

El virus de la hepatitis C se contagia por la sangre de una persona infectada. Durante la hemodiálisis es necesario insertar una aguja en la persona para que la sangre pueda llegar hasta la máquina de diálisis. En ocasiones se administran otras inyecciones o se hacen análisis de sangre durante la sesión de diálisis. Cada vez que se emplea una aguja para extraer sangre, existe la posibilidad de que esa sangre (incluso en cantidades muy pequeñas) llegue sin querer a una superficie o a un objeto. Si la sangre de alguien con hepatitis C toca una superficie u objeto y dicha superficie u objeto no se limpian correctamente, se puede producir una contaminación.

Si los insumos o el equipo que se utilizan para las sesiones de diálisis se contaminan con sangre infectada por el virus de la hepatitis C, usted podría contagiarse de este virus.

 

El riesgo de contraer hepatitis C por la hemodiálisis es pequeño porque a los centros de diálisis se les exige el cumplimiento de normas de seguridad estrictas que impiden que se produzcan contaminaciones.

Si se incumplen esas normas de seguridad, el virus de la hepatitis C puede contagiarse durante la hemodiálisis a través de:

  • La contaminación de medicamentos
  • La contaminación del carro de traslado que se emplea para distribuir los medicamentos entre los pacientes
  • La contaminación de la máquina de diálisis
  • La contaminación de agujas o frascos ámpula (pequeños recipientes que contienen medicamentos)
  • La contaminación de los guantes empleados por las enfermeras o los médicos para tratar a los pacientes

Prevención de la hepatitis C en los centros de diálisis

A los profesionales médicos que trabajan en los centros de diálisis se les exigen capacitaciones sobre control de infecciones y el cumplimiento de prácticas seguras. Entre las recomendaciones de seguridad que debe cumplir el personal del centro de diálisis para prevenir la hepatitis C en estos centros figuran las siguientes:

  • Usar un único frasco ámpula (pequeños recipientes que contienen medicamentos) por paciente.
  • No mezclar jamás el medicamento sobrante de los frascos ámpula de varios pacientes.
  • No usar jamás la misma aguja o jeringa (el tubo acoplado a la aguja para inyectar las medicinas) para más de un paciente.
  • No usar jamás la misma solución intravenosa (IV; es decir, las bolsas de líquido) para más de un paciente.
  • Desinfectar siempre los insumos o equipo empleados en tratamientos que impliquen la presencia de sangre.
  • Mantener una separación física entre los materiales limpios y los materiales que pudieran estar contaminados con sangre.
  • Preparar los medicamentos de los pacientes en un espacio que esté separado físicamente de zonas que puedan estar contaminadas con sangre.
  • Ponerse siempre unos guantes nuevos con cada paciente.
  • Lavarse correctamente las manos luego de haber tocado cualquier cosa que pueda estar contaminada con sangre.

Aunque no es frecuente que se produzcan contagios del virus de la hepatitis C en los centros de diálisis, los médicos recomiendan que a los pacientes de dichos centros se les haga periódicamente la prueba. En la mayoría de los centros, a todas las personas que van a empezar a recibir hemodiálisis se les hace la prueba de la hepatitis C antes del primer tratamiento. Lo normal es que la prueba de la hepatitis C se repita aproximadamente cada 6-12 meses para las personas que reciben hemodiálisis en el centro.

Diálisis peritoneal

La diálisis peritoneal (DP) es otro tipo de diálisis que se suele hacer en el domicilio. En la DP se depura la sangre empleando el peritoneo (un revestimiento del abdomen; es decir, de la zona del vientre) y un líquido de depuración llamado líquido de diálisis. En la DP, la sangre nunca sale del cuerpo como en la hemodiálisis. Por eso, con la DP hay menos riesgo de contraer hepatitis C.

Comunicación de inquietudes sobre seguridad

Si alguna vez le inquietan las prácticas de seguridad de su centro de diálisis, puede hablarlo con un miembro del personal. Si no quiere hablarlo con nadie del centro, puede comunicarse con la red de IRT del estado o con el Departamento Estatal de Salud para presentar una queja o reclamación. Nunca tema manifestarse cuando considere que algo no está bien. Hablar podría servir para proteger a otras personas. Para comunicarse con su red de IRT o con el Departamento Estatal de Salud puede utilizar los enlaces que se indican a continuación.

Redes de ERT:

http://www.esrdnetworks.org/

Departamento Estatal de Salud:

https://healthfinder.gov/FindServices/