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Las piedras renales: causas, síntomas y opciones de tratamiento

Las piedras en los riñones son causa frecuente de problemas renales. En los Estados Unidos, más de 1 de cada 10 hombres y alrededor de 1 de cada 14 mujeres tendrán piedras renales al menos una vez en la vida. Infórmese sobre las causas de las piedras renales y su tratamiento y prevención.
Revisión médica de
AKF's Medical advisory committee
Última actualización
May 14, 2024

¿Qué son las piedras renales?

Los riñones son la depuradora de nuestro organismo. Eliminan de la sangre los desechos (por ejemplo, el exceso de sal, agua, potasio, nitrógeno y acidez) y producen la orina (el pis). En ocasiones se acumula en la sangre demasiada cantidad de estas sustancias y los riñones no son capaces de depurar todo.  Al acumularse pueden formar cristales en los riñones. Esos cristales se van atrayendo entre sí y terminan formando un objeto sólido llamado piedra (o cálculo) renal.  

Las piedras renales varían en forma y tamaño. Pueden ser tan chiquitas como un grano de arena o tan grandes como una pelota de golf. Sus bordes pueden ser dentados o lisos. Si el organismo no expulsa una piedra renal, podrá seguir aumentando de tamaño.  

Algunas se hacen tan grandes que ya no pueden salir del organismo a través de la orina. Cuando esto sucede, podría ser necesaria una cirugía para romper la piedra en pedacitos o extraerla.  

Es habitual que se tengan múltiples piedras renales a lo largo de la vida. La mayoría de las personas que tienen una piedra renal tendrán otra más adelante.  

Tenga en cuenta lo siguiente: Algunos medicamentos pueden favorecer la formación de piedras renales. Hable con su médico sobre los medicamentos que está tomando y pregúntele si conllevan riesgo de formación de piedras renales. 

¿Cuáles son los diferentes tipos de piedra renal? 

Hay cinco tipos de piedras renales: 

Piedras de calcio 

Las piedras de calcio son el tipo más frecuente de piedra renal. En los Estados Unidos, 4 de cada 5 casos de piedras renales son de este tipo. Dentro de ellas las hay de dos clases: 

  • las piedras de oxalato cálcico, que son la mayoría; y 
  • las piedras de fosfato cálcico. 

Las piedras de calcio no se forman a partir del calcio de nuestra dieta. Se forman cuando los huesos no captan todo el calcio del organismo y los riñones eliminan ese exceso de calcio.  

Piedras de ácido úrico 

Las piedras de ácido úrico son otro tipo frecuente de piedra renal. En los Estados Unidos, 1 de cada 10 casos de piedras renales son de este tipo. El ácido úrico puede deberse a la existencia de concentraciones elevadas de unas sustancias químicas llamadas purinas, que en el organismo se transforman en ácido úrico. Las purinas proceden de algunas carnes y mariscos. Comer alimentos ricos en purinas puede aumentar la cantidad de ácido úrico que tenemos en el organismo. Las piedras de ácido úrico se forman cuando nuestra orina contiene demasiado ácido úrico. Entre el resto de las causas frecuentes del exceso de ácido úrico en la orina figuran la diabetes de tipo 2, la obesidad y el síndrome metabólico.   Los problemas para descomponer el ácido úrico pueden ser hereditarios (es decir, transmitirse a los hijos), por lo que hay personas con antecedentes familiares de piedras renales.  

Piedras de estruvita 

Las piedras de estruvita (a veces llamadas "piedras infecciosas") son menos frecuentes que las de calcio y las de ácido úrico. En los Estados Unidos, entre el 5% y el 15% de todas las piedras renales son de estruvita. Se forman por el efecto de la ureasa, una sustancia química producida por bacterias causantes de infecciones de las vías urinarias (IVU). Son más frecuentes en las mujeres que en los hombres, así como en personas que tienen colocada una sonda urinaria. Una sonda urinaria es un tubo flexible que un médico o una enfermera introduce en la vejiga para vaciarla cuando se tienen dificultades para orinar con normalidad. Las piedras de estruvita crecen con rapidez y ello hace que puedan alcanzar un tamaño suficientemente grande como para ocupar el riñón. Cuando esto sucede, se las denomina piedras "coraliformes" o "en asta de venado". Cuando los médicos tratan las piedras de estruvita, es también importante tratar la infección de vías urinarias que provocó la formación de la piedra.  

Piedras de cistina  

Las piedras de cistina se deben a un trastorno raro y hereditario llamado cistinuria. Representan alrededor de 1 de cada 10 casos de piedras renales en los adultos, y 7 de cada 10 casos pediátricos. En las personas con cistinuria, una sustancia química natural llamada cistina pasa a la orina. La cistina no se disuelve con facilidad en la orina, y eso hace que se puedan formar piedras renales si la cantidad de cistina presente en la orina es excesiva. En la mayoría de las personas que tienen cistinuria, la primera piedra se forma en la infancia, y a ella le siguen muchas otras a lo largo de la vida. Este trastorno se puede tratar, pero no se puede curar. Si desea más información sobre la cistinuria, visite la NationalOrganizationfor Rare Disease (NORD, Organización Nacional de las Enfermedades Raras).  

 Piedras coraliformes  

También llamadas piedras "en asta de venado", estas piedras no se distinguen por su composición química, sino por su forma y tamaño. Suelen ser piedras de estruvita, pero en ocasiones son de calcio, ácido úrico o cistina. Las piedras coraliformes son piedras que crecen tanto que ocupan varias ramas del riñón. Pueden causar daño renal y deben extraerse cuanto antes.  

¿Cuáles son los factores de riesgo de tener piedras renales? 

Las piedras renales pueden aparecer en cualquier persona, pero algunas corren más riesgo de presentarlas que otras. Son más frecuentes en los hombres que en las mujeres, y también son más frecuentes en personas blancas no hispanas que en personas de otras etnias. Algunas enfermedades genéticas raras (por ejemplo, la hiperoxaluria primaria y la cistinuria) pueden hacer que se formen piedras renales. 

La probabilidad de tener una piedra renal aumenta si:  

  • Ya tuvo piedras renales antes.  
  • Tiene un familiar que tuvo piedras renales. 
  • No toma suficiente agua, sobre todo si es atleta. 
  • Tiene un trabajo que lo expone a altas temperaturas en exteriores.  
  • No orina cuando siente la necesidad.  
  • Ingiere gran cantidad de proteínas, sodio (sal) o azúcar. 
  • Tiene sobrepeso u obesidad.  
  • Tiene diabetes  
  • Le hicieron una cirugía de derivación gástrica. 
  • Tiene poliquistosis renal. 
  • Tiene un problema médico que hace que la orina (el pis) contenga grandes concentraciones de cistina, oxalato, ácido úrico o calcio 
  • Tiene un problema del aparato digestivo. 
  • Tiene inflamadas las articulaciones debido a la gota. 
  • Toma ciertos medicamentos, como los antiácidos de calcio. 
  • Tiene un trastorno genético (por ejemplo, la hiperoxaluria primaria o la cistinuria) capaz de inducir la formación de piedras. 

Las piedras renales pueden aparecer a cualquier edad. No obstante, si su hijo/a está en la infancia o la adolescencia y tiene piedras renales, hable con su médico sobre la conveniencia de hacerle pruebas adicionales para determinar por qué tiene las piedras renales. La aparición de piedras a edad temprana puede indicar la existencia de un trastorno de fondo.  

¿Cuáles son los síntomas de las piedras renales? 

Cuando la piedra renal es pequeña, puede salir del cuerpo recorriendo las vías urinarias, que son los conductos que atraviesa la orina para ser expulsada. A eso se le llama "expulsar" la piedra renal. A veces no se tienen síntomas y la persona nunca se entera de que tuvo una piedra renal.  

Si la piedra renal es más grande, puede atorarse en las vías urinarias. Las piedras renales grandes suelen causar dolor y sangrado.  

Es posible que aparezcan síntomas, como por ejemplo: 

  • Sangre en la orina 
  • Enturbiamiento o mal olor de la orina  
  • Necesidad constante de orinar  
  • Dolor al orinar  
  • Dolor agudo en la parte baja de la espalda, en la zona inferior del abdomen o en la ingle  
  • Dolor en la parte baja de la espalda, en el abdomen o en la ingle que aparece en oleadas y varía de intensidad 
  • Dolor de estómago que no desaparece 
  • Sensación de estómago revuelto o vómitos 
  • Fiebre y escalofríos (esto a veces se debe a infecciones de vías urinarias causadas por las piedras) 

 

La expulsión de una piedra renal, o si una piedra renal grande tapa el flujo de orina, puede ser dolorosísima. 

Si tiene alguno de estos síntomas, comuníquese con su médico. 

¿Cómo se tratan las piedras renales?  

El tratamiento de las piedras renales depende de:  

  • El tamaño de la piedra 
  • El tipo de piedra  
  • La ubicación de la piedra 
  • Si la piedra provoca dolor 

 

Si la piedra renal es chiquita y puede expulsarse sola, es posible que el médico recomiende tomar mucho líquido (lo mejor, el agua) para facilitar que la piedra discurra por las vías urinarias hasta salir del cuerpo. A veces se recetan calmantes para ayudar a controlar el dolor y las molestias que cause la piedra.  

Si la piedra renal es grande o está bloqueando la vía urinaria y causando dolor, es posible que el médico recomiende un tratamiento destinado a romper la piedra en pedazos más pequeños o una cirugía con la que sacar la piedra. Entre las opciones de tratamiento figuran: 

La litotricia 

En la litotricia se usan ondas de choque para romper la piedra renal en pedacitos. Después del tratamiento, estos pedacitos pasan por las vías urinarias y se expulsan por medio de la orina. Este tratamiento suele demorar alrededor de 1 hora y a veces se hace con anestesia general, lo que significa que la persona está dormida y no nota la intervención. En general, la persona se podrá marchar a su casa el mismo día de la intervención.  

La ureteroscopia 

La ureteroscopia consiste en que, a través de los genitales y la vejiga, el médico inserta hasta el uréter un instrumento largo con forma de tubo para extraer la piedra (si es chica) o romperla en pedacitos con un láser (si es grande) para que puedan pasar por las vías urinarias y expulsarse por medio de la orina. Si la piedra está en la vejiga, el médico puede usar un cistoscopio, que es un instrumento que accede a la vejiga. Ambas intervenciones se hacen con anestesia general; es decir, la persona permanece dormida y sin sensibilidad durante la intervención. No suele hacer falta pernoctar en el hospital.  

La cirugía 

En ocasiones, el tamaño o la ubicación de la piedra exige una intervención quirúrgica más seria denominada nefrolitotomía percutánea. Consiste en insertar un tubo hasta los riñones a través de una pequeña incisión que se hace en la espalda. Gracias a este tubo, los médicos ubican la piedra y la extraen. Si la piedra es demasiado grande, pueden usar un láser para romperla en pedacitos. Esta intervención se hace con anestesia y después requiere varios días de hospitalización. 

¿Cómo puedo prevenir las piedras renales? 

Es muy frecuente que se forme otra piedra renal después de la primera. A continuación se indican algunas medidas que se pueden tomar para prevenir la formación de piedras renales en el futuro:  

  • Tome suficiente líquido (lo mejor, el agua) todos los días. Para la mayoría de las personas es suficiente con ocho a doce tazas de líquido al día. Esto equivale aproximadamente a ¾ de galón de agua. Si tiene enfermedad renal o debe restringir la ingesta de líquidos, pregúntele a su médico qué tanto líquido debe tomar al día.  
    • Se recomienda que la mayor parte de lo que beba sea agua. Se pueden tomar pequeñas cantidades de algunos líquidos, como la limonada sin azúcar agregado. No se deben tomar líquidos muy azucarados, como los refrescos y los jugos de fruta.  
  • Limite el sodio (sal) y las proteínas animales, como la carne y los huevos. Si el médico puede determinar la composición de su piedra renal, quizá pueda darle un plan de alimentación específico con el cual ayudar a prevenir piedras renales futuras. 
  • Tome todos los medicamentos que le recete su médico tal como se lo haya indicado. Así tratará los problemas médicos que puedan aumentar su riesgo de presentar piedras renales.  
  • Jamás inicie o suspenda medicamentos o un plan de alimentación sin haberlo hablado con el médico. 

 

Importante: Quizá le receten ciertos medicamentos para ayudar a prevenir las piedras renales. Consulte a su equipo de atención médica para informarse sobre estos medicamentos y saber si podrían ser una opción en su caso.

 

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¿Cuáles son las pruebas que se hacen para las piedras renales? 

El médico podrá hacerle diversas pruebas para determinar el tipo y el tamaño de la piedra que usted tiene. Estos resultados pueden ayudar a los médicos a decidir cuál es el mejor modo de tratar estas piedras y cómo puede evitar que se formen piedras en el futuro. Pregúntele al médico cuáles son los tipos de pruebas y cuáles le recomienda. 

Análisis de orina: El médico podría ordenar un análisis de orina para conocer los tipos de sustancias que hay en ella, como por ejemplo el ácido úrico, la cistina, el oxalato y el calcio. Esto ayudará al equipo de atención médica a saber qué medicamentos recetarle y qué puede hacer usted para evitar que se formen piedras en el futuro.  

Análisis de orina de 24 horas: Es posible que le pidan que recoja la orina expulsada durante 24 horas. Analizándola, el médico podrá ver si contiene sustancias formadoras de cristales y determinar el contenido de creatinina y el pH de la orina. Todos ellos son factores implicados en la formación de piedras renales. Es probable que el proveedor le entregue un kit formado por un gran envase para depositar en él la orina y una taza de plástico en la que orinar. 

  • Consejos para el análisis de orina de 24 horas: 
    • A lo largo de 24 horas, cada vez que orine deberá hacerlo en una taza de plástico. A continuación verterá la orina de la taza en un envase grande. Consulte a su médico cuál es el mejor modo de conservar la orina. El médico le indicará si la debe guardar en el refrigerador o a temperatura ambiente. El médico le dará instrucciones detalladas, pero en general las indicaciones son las siguientes: 
      • Durante el período de recolección de la orina, no tome laxantes, acetaminofeno, aspirina, antialérgicos, jarabes para la tos ni otros medicamentos para el resfriado.  
      • No tome más de una ración al día de fruta, verdura, frutos secos y cafeína. 
      • Indíquele al médico los medicamentos que toma y pregúntele si debe dejar de tomarlos durante el período de recolección. 

 

Recoger y conservar la orina durante 24 horas puede resultar complicado y molesto. Consulte cualquier duda con el médico y pídale consejos para garantizar que el resultado del análisis tenga la máxima exactitud posible.  

Análisis de sangre: Como en el caso del análisis de orina, es posible que el médico ordene un análisis de sangre para ver qué sustancias relacionadas con las piedras renales hay en el organismo. Si las concentraciones sanguíneas de algunas de estas sustancias son elevadas, ello podría indicar que las concentraciones también son elevadas en la orina. 

Pruebas de radiodiagnóstico: El médico podría ordenar un ultrasonido, una tomografía computada o una radiografía abdominal para determinar el tamaño de las piedras y su ubicación en las vías urinarias. Estas imágenes le ayudarán a decidir el mejor modo de tratar las piedras.  

Análisis genético: Algunas piedras renales se forman debido a enfermedades genéticas; es decir, que pasan de padres o madres a hijos/as. Ejemplos de estas enfermedades son la hiperoxaluria primaria y la cistinuria. Si las primeras piedras aparecen en la juventud o la persona tiene antecedentes de piedras recurrentes o de un tipo determinado de piedras, es posible que el médico le recomiende un análisis genético. Siempre puede preguntarle al médico si hacer un análisis genético es una opción en su caso.

Análisis de la piedra: Es posible que el médico le pida que "recupere" las piedras renales expulsadas. Esto se hace orinando sobre un filtro. Si no se tiene un filtro, se puede orinar en un recipiente que contenga pañuelos de papel o papel del baño. Esto permitirá a los médicos examinar las piedras renales y determinar su tipo, lo cual puede ayudar a decidir el tratamiento y evitar que se formen piedras renales en el futuro.

Si a usted se le forman piedras renales con frecuencia, hable con su médico acerca de estas pruebas. El médico podrá ayudarlo/a a decidir qué tipo de pruebas le ofrecerá la máxima información y cómo avanzar con el plan de tratamiento.  

¿Qué tipo de médico trata las piedras renales? 

Es probable que al primer médico que vea por las piedras renales sea un urólogo. El urólogo es un médico especializado en las vías urinarias, que son las vías por donde discurre la orina para salir del cuerpo. Dado que las piedras renales suelen causar dolor al bloquear una parte de las vías urinarias, el urólogo ayudará a expulsar las piedras con el menor daño y dolor posible.  

Si a usted se le forman piedras con frecuencia, conviene pedir que lo/a refieran a un nefrólogo. El nefrólogo es un médico especializado en el tratamiento de los riñones. Este especialista puede ver si las piedras dañaron los riñones y puede ayudar a que las piedras renales pasen por las vías urinarias.  

Los urólogos y los nefrólogos suelen trabajar en colaboración para determinar la causa de las piedras renales, ayudar a la expulsión de las piedras grandes y evitar la formación de piedras en el futuro. Pídale a su proveedor de cabecera un referido a alguno de estos médicos, o a ambos, si tiene dudas o inquietudes acerca de las piedras renales.  

Preguntas frecuentes sobre las piedras renales 

¿Pueden tener piedras renales los niños? 

Sí, las piedras renales pueden formarse en los niños. Si su hijo/a tiene una piedra renal, es importante que se analicen las piedras y consultar a un médico para entender por qué se formó la piedra. Tener piedras renales a edades tempranas puede indicar la existencia de una enfermedad genética u otro problema médico subyacente.  

 

¿Se puede saber si la piedra renal está creciendo? 

Las piedras renales no suelen causar síntomas a menos que bloqueen la vía urinaria. Es importante obedecer todas las instrucciones sobre prevención que dé el médico para evitar que se formen piedras en el futuro. Si le preocupa la detección de piedras renales futuras, colabore con el médico para armar un plan. Hacerse un ultrasonido anual podría ser conveniente en las personas con piedras frecuentes. 

 

¿Se pueden ver los diversos tipos de piedras? 

No es posible distinguir unas piedras renales de otras a simple vista. El médico determinará qué tipo de piedra expulsó usted evaluándola al microscopio y sometiéndola a análisis químicos. A menudo resultan útiles las tomografías computadas para distinguir las piedras de calcio de las demás. 

 

¿Pueden causar enfermedad renal las piedras renales? 

Las piedras renales no suelen causar enfermedad renal. Sin embargo, si no se expulsan y bloquean las vías urinarias, pueden causar un daño permanente. Alagunas enfermedades, como la hiperoxaluria primaria, pueden inducir la formación de piedras renales, pero también pueden provocar una disminución de la función renal o enfermedad renal crónica.  

Pregunte a su médico qué medidas puede usted tomar para evitar la formación de piedras renales en el futuro y qué riesgo corre de tener enfermedad renal. Juntos podrán crear un plan para que sus riñones se mantengan saludables. 

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