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Las complicaciones de la gota
La gota causa algo más que dolor. La gota, en especial la gota crónica, puede provocar con el tiempo problemas médicos serios si no se controla.
Los tofos
Los tofos son bolitas de cristales de urato que se endurecen bajo la piel. Pueden formarse en la mayoría de lass articulaciones y cartílagos, como los de los dedos, los pies y los tobillos. También se suelen formar en los oídos. Aunque los tofos no siempre son dolorosos, si no se tratan pueden dañar las articulaciones, los huesos y los cartílagos.
Daños y deformidades articulares
Las personas con gota tienen inflamadas con regularidad las articulaciones. La inflamación crónica y los tofos pueden provocar daños, deformidades y rigidez permanentes en las articulaciones. En los casos más severos de gota crónica puede requerirse cirugía para reparar el daño articular o sustituir las articulaciones.
Piedras en los riñones
Las personas con gota corren riesgo de tener piedras en los riñones, ya que los cristales de urato pueden acumularse en las vías urinarias y formar cálculos renales (comúnmente llamados "piedras").
Daños renales y falla renal
Las piedras renales formadas por cristales de urato pueden acumularse en los riñones y causar daños y cicatrices. Se cree que este daño renal provocado por los cristales de urato termina provocando insuficiencia renal, sobre todo si la gota se deja sin tratar.
Problemas psicológicos y emocionales
La gota crónica causa un dolor crónico y a veces constante. La gota puede afectar la capacidad de caminar, trabajar y realizar las tareas habituales. El dolor constante puede provocar sufrimiento emocional. Hable con su médico sobre la repercusión de la gota en su salud emocional y pídale que le recomiende modos de sobrellevarla.
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